Rabia en la garganta, belleza en el eco

Poco me refiero a la política por estos lados, pues uso mi facebook principalmente con fines de difusión para asuntos artísticos y una que otra volá personal. Pero quiero dar mi parecer por las primarias de mañana domingo sin ánimo de convencer a nadie, de verdad no me interesa, soy super respetuoso con las decisiones ajenas, aunque muchas veces me parezcan descabelladas. Aquí voy (puta que me cuesta empezar a empezar) Mucho tiempo no vote a pesar de que me interesaba y curiosamente empecé a votar cuando el voto pasó a ser voluntario, me carga la imposición del deber. Muchas veces he votado nulo porque no me siento representado y aunque algunos encuentren raro, creo que no es lo mismo votar nulo que no ir a votar, pues quien no vota queda en el lote de los flojos aunque tenga argumentos. Tampoco ataco a los flojos, creo que cada uno está en su derecho de flojear, pero a la vez me gustaría más participación en estas instancias. Por orta parte, y debido a discusiones que

Vi "Jôi-uchi: Hairyô tsuma shimatsu" [Samurai rebellion] (1967, Masaki Kobayashi). El director de tremendas películas como "La condición humana" (1959-61) y "Harakiri" (1962) se manda otra gran película con Toshiro Mifune, Tatsuya Nakadai y Yôko Tsukasa.  Una película donde combaten el honor y la dignidad, aunque con estos códigos extraños que tienen los japos, visto de nuestra cultura occidental.  Época monárquica, siglo XVIII, y obligan al hijo de un vasallo a casarse con l a mujer del Rey que acaban de echar por insolente. Con reparos la aceptan y uno comprende la situación, ella termina siendo una super esposa, hace las weás de la casa, asiente todo lo que le dicen (estamos hablando japos siglo XVIII, sean comprensivos) pero siempre digna. El problema es cuando muere el rey y la mandan a buscar, pero ya la pareja estaba enamorada, entonces se vuelve en una película del amor que despierta los sentimientos más nobles y de rebelión en el padre

Vi "Paterson" (Jim Jarmusch, 2016). La trama se reduce a un par de líneas: la rutina de un chofer de autobus que además es poeta. Su nombre es Paterson y trabaja en Paterson. Eso es y con eso basta para hacer una película interesante, de hecho de las mejores que he visto este año. Paterson (Adam Driver) es un hombre común con un trabajo común, tiene donde vivir, tiene una pareja a quien ama, va cada día a tomarse una cerveza al bar luego de sacar a pasear al perro, se despier ta casi todos los días a la misma hora. Podríamos decir que estamos frente a un hombre atrapado de un destino que no se mueve, pero Paterson tiene la poesía, la que lee y la que escribe, que le da magia a sus días, sin mayor ambición material ni de sorpresas, podríamos considerarlo un hombre feliz.  Creo que Jarmusch es muy talentoso en lograr que apreciemos eso, y de manera muy liviana, sin duda hay contemplación, pero no en forma de ladrillo, sino que nos hace identificarnos con él en los detall

Anduvimos hasta el parque, nos sentamos en un banco y nos repartimos su botín: una barra de pan duro y una lechuga. Me pidió que quitara las primeras hojas a la lechuga mientras él partía el pan por la mitad. Parte del corazón de la lechuga seguía crujiente. - Hay agua en las hojas de lechuga - dijo -. El pan te quitará el hambre. Pusimos las mejores hojas encima del pan y comimos con gusto. - Un desayuno carcelario - dije. - Sí, pero nosotros somos libres. Y aquello lo resumió todo. - Del libro "Éramos unos niños" de Patti Smith - Dibujo de Inma Lorente