El hombre que hablaba poco

Un sabio indio, uno de tantos, tenía la reputación de preferir el silencio a cualquier tipo de enseñanza. Los habitantes de una pequeña ciudad lo invitaron, decididos a hacerle hablar. Aquel aceptó visitarlos. El primer día, llevado en presencia de un centenar ed oyentes, les preguntó: - ¿Sabéis de qué os voy a hablar? - No -respondieron. - En este caso, no os diré nada. Sois demasiado ignorantes: no sé con qué podría entreteneros. Y se retiró. Los oyentes, decepcionados, volvieron al día siguiente. De nuevo, el sabio les preguntó: -¿Sabéis de qué os voy a hablar? - Si -contestaron. - En ese caso, no tengo nada que enseñaros. Buenas tardes. Y se retiró. Como no se daban por vencidos, los oyentes se pusieron de acuerdo y volvieron, el tercer día, totalmente decididos a coger en una trampa al amigo del silencio. Este les preguntó: -¿Sabéis de qué os voy a hablar? - Unos sí lo saben, pero otros no -respondieron. - En ese caso, quienes lo sepan que se lo digan a quienes no lo sepan. El sab...