Rabia en la garganta, belleza en el eco

Más de dos años antes a la grabación de "The Fat Man" por Fats Domino en Imperial Records, su fundador Lewis Chudd había visto al director de banda y compositor Dave Bartholomew actuando en Houston y le ofreció grabarla. La siguiente vez que se encontraron fue a finales de noviembre de 1949 en Nueva Orleans. Pocos días después, Bartholomew llevó a Chudd a ver a un nuevo amigo y socio suyo que atraía a las multitudes llamado Antoine "Fats" Domino, un hombre negro voluminoso y alegre con una extraordinaria técnica pianística que ejecutaba con pachorra. Diez días después Domino fue contratado por Imperial y realizó su primera sesión de grabación con una canción llamada "The Fat Man", que Bartholomew había escrito a partir de una pieza tradicional llamada "The junker Blues". Terminó la letra mientras escribía con Domino, y pensando en el apodo del cantante y pianista y en un popular programa de radio llamado The Fat Man. La idea parecía encajar a la

Yo soy como las plantas o los árboles que nunca han sabido quienes son y echan flores o espinas o atrapan insectos ellos están ahí simplemente (como yo en mi tierra) y no les interesa ser astronautas ni andar apretujados en los metros o en los autobuses de las grandes urbes por las noches albergan a los pájaros o contemplan humildes el universo recibiendo amorosamente el rocío de la madrugada cuando mueren regresan al vientre materno para nacer de nuevo en cualquier forma es bueno ser planta o árbol porque de ellos será el reino de los cielos - poema de Sergio Hernández (foto tomada en Chillán, 2001) de "Últimas señales" (1979) que aparece en el libro "Viven [periplo por los poetas de Chile]" (2002). Compilado por Roberto Henríquez y con fotografías de Cristián Ureta Schmidt -

El quinto álbum solista de Víctor Jara fue grabado y publicado el mismo año que la UP llegaba a La Moneda. El cantautor deja la dirección teatral para dedicarse de lleno a la música y tener una mayor cercanía con la gente. Mantiene su propuesta de cantautor, aunque acá con una amplia gama de estilos latinoamericanos, incluso algunos con ritmos afroamericanos. La banda que lo acompaña en la mayoría de los temas es Inti-Illimani, además de la guitarra de Patricio Castillo (integrante en los inicios de Quilapayún). Esta propuesta musical fue una forma consciente de hacer resistencia cultural ante lo foráneo. Y aunque este álbum no tiene canciones icónicas como ocurre en sus otros trabajos, no decae en ningún momento y tiene bellos pasajes. Se hicieron después nuevas ediciones, agregándole temas y cambiando la carátula. En mi casa está el vinilo de la época de EMI Odeón de 1970, con 11 tracks y esta misteriosa carátula de una puerta con candado. Tiene una enérgica partida con el tema tomad