Entradas

Mostrando entradas de junio 9, 2019

Cinema Paradiso

Imagen
"Cinema Paradiso" (1988, Giuseppe Tornatore) Director's cut Un melodrama lleno de amor por el Cine y empapado de nostalgia por una época (un tanto idealizada) en que las salas de Cine eran el corazón de los pueblos. Un clásico del cine italiano y mundial. El pequeño Salvatore "Toto" encandilado por las películas y su maquinaria se hace amigo del proyeccionista Alfredo (Philippe Noiret). A través de su infancia y adolescencia vemos también el paso del tiempo en el pueblo con sus historias y personajes. La película comienza cuando Salvatore, ya grande, dedicado al Cine, vuelve a su pueblo natal al funeral de Alfredo, ahí emergen entonces todos sus recuerdos. Originalmente este film duraba 155 min, y como no le fue bien en Italia, el corte internacional fue recortado a 123 min, lo que la llevó a ser un éxito. Ya en este siglo aparece el corte del director, que aumenta su metraje a 175 min.  Antes de la comparación, explicit

Arruinar el planeta

Imagen
Si usted me pregunta si creo en el espíritu de las cosas usadas, le diré que sí. Ahí están todas esas cosas que sirvieron algún día para algo. Nunca podremos utilizarlas sin sentirnos incómodos. Y esas montañas, por ejemplo, tienen nombres... Nunca nos serán familiares; las bautizaremos de nuevo, pero sus verdaderos nombres son los antiguos. La gente que vio cambiar estas montañas las conocía por sus antiguos nombres. Los nombres con que bautizaremos las montañas y los canal es resbalarán sobre ellos como agua sobre el lomo de un pato. Por mucho que nos acerquemos a Marte, jamás lo alcanzaremos. Y nos pondremos furiosos, ¿y sabe usted qué haremos entonces? Lo destrozaremos, le arrancaremos la piel y lo transformaremos a nuestra imagen y semejanza. –No arruinaremos este planeta –dijo el capitán–. Es demasiado grande y demasiado hermoso. –¿Cree usted que no? Nosotros, los habitantes de la Tierra, tenemos un talento especial para arruinar las cosas grandes y hermosas. No pusimos qu

El abismo de la muerte

Imagen
Cuando el guerrero llega al borde del abismo de la muerte, salta en él en posición de combate. El bailarín se arroja con paso de baile. El místico, en psotura m editativa. El tonto tropieza y cae. Es curioso lo que hace el elegante: antes de caer, se da vuelta y saluda. Ninguna moral -es decir, un arbitrario código de costumbres determinado por las epocales conveniencias de quienes detentan el poder- justifica valorativamente la existencia humana. Ni siquiera la ética -en cualquier caso, una visión superior a la moral, ya que nace de una elección y de un esfuerzo voluntario por solidarizarse con los sufrimientos de los prójimos- puede ser mencionada como una cualidad del ser, ya que tal ética nunca es espontánea. Tampoco la belleza puede ser sustento ontológico porque, como decía Rilke, sólo es el cobertor que tapa el horror de la existencia - Enrique Symms. De Cerdos y peces, 1989 -