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Mostrando entradas de mayo 29, 2022

Dos de Noviembre

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No quiero que mis muertos descansen en paz tienen la obligación de estar presentes vivientes en cada flor que me robo a escondidas al filo de la medianoche cuando los vivos al borde del insomnio juegan a los dados y enhebran su amargura Los conmino a estar presentes en cada pensamiento que desvelo. No quiero que los míos se me olviden bajo la tierra los que allí los acostaron no resolvieron la eternidad. No quiero que a mis muertos me los hundan me los ignoren me los hagan olvidar aquí o allá en cualquier hemisferio. Los obligo a mis muertos en su día. Los descubro, los trasplanto los desnudo los llevo a la superficie a flor de tierra donde está esperándolos el nido de la acústica. - poema que aparece en el libro "Los dones previsibles" (1992) de Stella Díaz Varín -

El amarillo del mar Caribe

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¿Tu libro preferido? Edipo Rey. ¿Tu músico favorito? Bela Bartok. ¿Y el pintor? Goya. ¿Los directores de cine que más admiras? Orson Wells, sobre todo por "Una historia inmortal" y Kurosawa por Barba Roja. ¿La película que más te ha gustado en toda la vida? El General de la Rovere, de Rosellini. Y después, ¿cuál otra? Jules et Jim, de Truffaut. ¿El personaje cinematográfico que te hubiese gustado crear a ti? El General de la Rovere. ¿El personaje histórico que más te interesa? Julio César, pero desde un punto de vista literario. ¿El que más detestas? Cristóbal Colón. Además, tenía la pava. Lo dice un personaje en El otoño del patriarca. ¿Tus héroes de novela favoritos? Gargantúa, Edmundo Dantes y el Conde Drácula. ¿El día que detestas? El domingo. El color es conocido: el amarillo. ¿Pero qué clase de amarillo, exactamente? Lo precisé alguna vez. El amarillo del mar Caribe a las tres de la tarde, visto desde Jamaica. ¿Y tu pájaro favorito? También lo dije. Es el canard a l’ora

El origen de mi amor por los completos

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Mi cariño hacia los completos supongo tiene que ver con muchas cosas, para mi generación tampoco era algo tan accesible. Este preciado alimento estaba ligado siempre a un evento especial, era tan raro como cuando mi mamá hacía panqueques o tomate relleno. Yo sólo los comía cuando se hacían completadas en el colegio para juntar plata o en el par de salidas al año que tenía fuera de La Florida cuando me compraban los útiles escolares o ropa para la Navidad, íbamos al Persa Bío Bío o al de Estación Central o al de Departamental. En ese tiempo no habían malls ni tarjetas de crédito de casas comerciales, así que salir a comprar era siempre un evento especial. Yo sabía que en esas salidas íbamos a tener que almorzar afuera y lo más barato era comer completos. Pero hay un hecho puntual que me conecta con los completos de manera más emotiva y ha llegado el momento de compartir esta historia. Pero hay un hecho puntual que me conecta con los completos de manera más emotiva y ha llegado el moment