El sentido del reparto

Una terrible hambruna se había abatido sobre el país y una gran parte de la población estaba abocada a la muerte en medio de la miseria. Sin embargo, los ricos, que se habían preocupado de llenar sus graneros y sus bodegas, seguían disfrutando de una vida próspera. La mujer de Nasrudin dijo entonces a su marido: - !Es una vergüenza!¡La mitad de los habitantes son ricos o tienen una situación acomodada mientars que la otra mitad no tiene ni siquiera con qué alimentarse!¡Los niños se consumen y mueren!¡Hasta las ratas de los pobres pasan hambre!¿No puedes hacer nada? - ¿Qué quieres que haga? - ¿No podrías convencer a los ricos para que compartan con los pobres? Tú, cuya pericia todo el mundo alaba ¿No podrías intentar establecer un mecanismo de solidaridad, de ayuda mutua? - Mujer, tienes razón -dijo Nasrudin-. Ahora mismo me pongo a ello. Nasrudin salió de casa y no volvió hasta cinco o seis días más tarde. Parecía agotado. Apenas podía hablar. - Así que -le preguntó su mujer- ¿Has cump...