Rabia en la garganta, belleza en el eco

Maradona y "la mano de Dios" ante Inglaterra el 22 de junio de 1986. Una acción que sorprendió al arquero Peter Shilton y al árbitro tunecino Bennaceur Ali. Una trampa en los 51 minutos. En los 55', el Diego haría el gol más hermoso de los Mundiales. - Del libro "Cracks de los mundiales 1930-2010" de Danilo Díaz, María Paz Garafulic y Jennifer King -

"Du rififi chez les hommes" (1955, Jules Dassin) Las películas de policías y ladrones existen desde los primeros años del cine, la aparición del cine negro en tierras norteamericanas en los 40s complejizó esta idea de buenos y malos, se desarrolló así un sinfín de buenas películas de asaltos y traiciones, y uno de sus puntos altos es esta película de ladrones, conocida como "Rififi". El norteamericano Dassin, su director, quien ganó Cannes aquel año, fue uno de los que huyo a  Europa en época de macartismo, logrando un verdadero clásico del género en tierras francesas. Un film quirúrgico al igual que las acciones de sus personajes, vemos paso a paso las técnicas y estrategias para robar un banco, como también las ambiciones y traiciones que puede llevar al desastre total. Hay momentos de gran tensión donde el silencio de la escena se contagia al espectador, uno se vuelve cómplice y toma parte de este plan, queremos que funcione y disfruten su dinero. Lo

Herido en su orgullo por la controversia provocada de "El nacimiento de una nación" de 1915, el director D.W. Griffith decidió enfrentarse a sus detractores. Había terminado ya un melodrama dirigido con un presupuesto modesto llamado "La madre y la ley", en el que un joven se enfrenta a la horca, acusado de un delito que no ha cometido. Inspirado por lo que él percibía como intolerancia en los críticos, Griffith escribió rápidamente otras tres historias sobre la Pasión de Cristo, la masacre de los hugonotes y la derrota de la antigua Babilonia a manos del persa Ciro el Grande. Catorce meses y dos millones de dólares de la época posterior -veinte veces más de lo que había costado El nacimiento de una nación-, Griffith tenía una copia de ocho horas de duración en la que se entrelazaban cuatro historias con un efecto imaginativo y emocionante. Aunque la película acabó reduciéndose a tres horas o tres horas y media (existen varias versiones), se mantuvo al secue