Rabia en la garganta, belleza en el eco

El otro día vi (parece que siempre parto así) "The Ring" (1927) de Alfred Hitchcock, que dentro de las películas mudas que hizo el director británico parece que es de las más conocidas. Es finalmente un melodrama de una mujer que se debate entre el amor de dos hombres, esto se exterioriza a través del boxeo y un duelo personal entre estos luchadores que se acrecienta a lo largo del film.  La verdad es que encontré la raja la película, Hitchcock es seco pa darle peso emotivo a  los objetos, en este caso un brazalete ("ring"?), el champagne y por supuesto, el cuadrilatero ("ring"). El montaje está preciso, tiene un inicio experimental bien atractivo y la historia funciona pulenta narrativamente. Debe ser el primer drama serio de ficción del boxeo, el desenlace se lleva a cabo en el combate final, cosa que sucede luego en practicamente todas las películas famosas de box. Busqué lo que comentaba Truffaut en su famosa entrevista a Hitchcock y decía que le gusta

"No creo en la mano militar para cosa alguna. Ni el escritor ni el artista, ni el sabio ni el estudiante, pueden cumplir su misión de ensanchar las fronteras del espíritu, si sobre ellos pesan las fuerzas armadas de un Estado Gendarme que pretende dirigirlos. El trabajador manual y el trabajador intelectual, no pueden permanecer indiferentes a la suerte del pueblo chileno y al derecho que éste tiene de expresar sus anhelos. América en su historia no representa sino la lucha pasada y presente de un mundo que busca en la libertad el triunfo del espíritu. Nuestro siglo no puede rebajarse de la libertad a la servidumbre. Se sirve mejor al campesino, al obrero, a la mujer y al estudiante, enseñándoles a ser libres, porque se les respeta su dignidad". - Carta de Gabriela Mistral a Benjamín Carrión -

"...también admiro tu lado B, si fueras un cassette te escucharía por ambos lados sin adelantar."

Vi hace poco unos cortos extraños que tenían que ver con boxeo: una del gordo y el flaco que está incompleta, pero que se agarraban a pastelazos hacia el final de manera demencial, después vi un corto experimental francés y una weá muy rara donde solo salen pendejos armando una pelea de box, onda la pequeña Lulú.  Ninguna de las 3 es tan buena, pero es increíble la cantidad de cine que existió, que existe y que existirá. Por eso creo que no hay que encerrarse en un género, que se abra el ojo para que el mundo se acerque. The Battle Of The Century (1927) https://www.youtube.com/watch?v=1L27zRb43K8 Combat de boxe (1927) https://www.youtube.com/watch?v=-fl_m5oLoW4 Boxing Gloves (1929) https://www.youtube.com/watch?v=-jtKy6u9WQk

El otro día vi "El valle de Gwangi" (1969) de Jim O'Connolly, aunque la importancia de esta película de tipo B es, al igual que muchas otras, que los efectos especiales están a cargo del maestro Ray Harryhausen. La película tiene una trama básica, pero eficiente y se resume principalmente en vaqueros cazando dinosaurios. Es mediocre, aunque no me aburrió y me hizo pensar hartas cosas. Primero en como se menosprecia el género de aventuras, herencia de Verne, Salgari, Stevenson , y en verdad este tipo de películas las disfrutaba mucho como a los 10 años cuando las daban por las tardes en la tele. Lo segundo es el tema de los efectos especiales, muchos se burlan ahora de estos efectos de los 50s y 60s, pero en esa época era alucinante, de verdad era creíble porque era lo que tecnológicamente teníamos para emular realidades, y estoy seguro que en 40 años más se reirán de los efectos especiales actuales que de seguro muchos hallan geniales. Tercero: ua de las cosas que amo del

Respondí un cuestionario sobre lugares conocidos en facebook y me indicó que tengo explorado el 2.33% del mundo. Pero creo que es menos del 2.33%, porque de Chile conozco como un 20% con suerte, de Argentina menos, sólo fui a Buenos Aires que ya es gigante, o sea de seguro no llegué al 2% de Buenos Aires, y ni siquiera conocí el 2% de cada librería a la que entré, hasta al museo de Arte pasé sólo por el hall.  Sin embargo siento que ya he conocido bastante, más de lo que soñé de chico cuando no me dejaban salir del pasaje, por el momento espero llegar a conocer el 1% de cachureos del persa Bío Bío, el 80% de mis libros y el 60% del final de los carretes a los que voy, sin duda esto ya es mucho pedir.   Sin embargo me alegro que muchos amigos viajen y cumplan sus sueños viajeros, ellos me cuentan sus aventuras, me muestran sus fotos, me traen discos, libros y flyers y yo soy feliz así, recibiendo sus impresiones de mundo.