Rabia en la garganta, belleza en el eco

Desde los primeros días del sonido grabado, los inventores habían buscado la manera de incrementar el tiempo de reproducción. La lastimosa duración original de tres minutos venía determinada por factores tecnológicos como la anchura de los surcos en el disco y la resistencia del propio medio de grabación. Ello limitó a la industria discográfica a producir breves canciones populares y monólogos cómicos, haciendo imposible grabar música clásica sin fragmentarla. Muchas canciones populares omitían secciones para que cupieran en una grabación, y esas versiones modificadas, absurdamente, se convirtieron en las versiones genuinas para el público. En la década de 1930, se habían desarrollado discos de larga duración para dictáfonos y bandas sonoras de cine. La compañía Columbia incorporó estos avances a un disco de vinilo de 30 centímetros de diámetro con unos surcos mucho más finos (microsurcos), que se presentó el 21 de junio de 1948. El Dr. Peter Goldmark dirigió la investigación para mejo

Si me volviera a ti la marejada, si el huracán en ti se devolviera, si en un brusco perfil de cordillera se quedara mirando tu mirada. Si no borrara el mar nuestra pisada y hacia su hondura el árbol se sumiera en un niño veloz, o detuviera el río su carrera iluminada. Si todo fuera así, si no se ha ido hacia ningún invierno este latido, por qué no atar la luz como una rueda. Recuperar el agua ya escurrida y en la borrada arena, repetida, leer esta palabra que nos queda. - de la poeta chilena Sara Vial -

 The Act of Killing (2012, Joshua Oppenheimer) Desde 1965, entre medio millón y un millón de muertos, por lo bajo, fue la masacre llevada a cabo en Indonesia por grupos paramilitares y sicarios contra cualquier adherente al comunismo, fue sin juicios ni piedad: torturas, quemas de casas, violaciones a mujeres y niñas. La llegada de la democracia décadas después, no generó perdón ni castigo, pues se siguió con una ideología anticomunista y oficialmente se recuerda a quienes perpetraron las muertes como unos héroes salvadores del país. El equipo de grabación comandado por Oppenheimer había juntado información y recabado testimonios entre las víctimas, pero había mucho temor y amenazas debido a que los asesinos siguen caminando prepotente y libremente por las calles con un respaldo institucional. Deciden entonces proponerles a estos sicarios que ellos cuenten su testimonio donde además se recreen  sus criminales métodos. Es así como nos enfrentamos a relatos y conversaciones escalofriante

Ahora bien, el "saber dónde posicionar la cámara" no lo decidíamos nosotros sino los mismos hechos. Sabíamos que había que filmar, pero lo demás era bastante intuitivo. En la calle había que abrirse siempre a todas las posibilidades imprevistas que se ofrecían y sobre todo huir de los estereotipos, buscar los hechos invisibles, lo más oculto, lo más original. Es curioso, cuando una revolución se construye, se construye todo a la vez. Se reparte medio litro de leche a los niños, se hace la reforma agraria y se crean los cordones industriales, todo al mismo tiempo. Se produce una "increíble aceleración de la historia". La vida permanece durante años y años estática: las calles no cambian, las ciudades no se mueven, las casas envejecen... y de repente todo se pone en marcha. - extracto de la entrevista de Cecilia Ricciarelli a Patricio Guzmán que aparece en el libro "El cine documental según Patricio Guzmán" (2010) -

 si en un momento, el ruido te comienza a anular la percepción, en alguno de sus intervalos es posible recorrer el murmullo de las cosas. Es en esa alteración donde se puede hacer coincidir el ritmo del corazón con los de la tierra, las construcciones y la luz de aquello que ocurrió cuando el hombre no alcanzaba el tiempo. Parece que siempre hubo una vibración que anula la posibilidad de silencio, y en algún hilo de destellos se ve el lugar. - Poema y fotografía de Carlos Cociña aparecidos en el libro compilatorio "Viven [periplo por los poetas de Chile]" (2002). Compilado por Roberto Henríquez y con fotografías de Cristián Ureta Schmidt -