La invención de la guitarra eléctrica de cuerpo sólido


El desafío de incrementar el volumen sonoro de la guitarra empezó en la época de la Big Band en la década de 1930, ya que era difícil de escuchar y estaba relegada a la sección rítmica. Añadiendo una pastilla (transceptor) a la guitarra acústica de caja hueca los guitarristas de jazz conseguían el volumen suficiente para que se les oyera, pero ese aumento de volumen provocaba una resonancia no deseada y malsonante.
Les Paul era sobretodo un guitarrista virtuoso, pero también un inventor de talento (desarrolló el sistema de grabación multipista aún en uso hoy en día). Experimentando con pastillas eléctricas en 1941, Paul colocó una a un trozo macizo de madera de pino de 10, 16 x 10, 16 cm al que había enganchado un diapasón. llegó a tocar con ese aparato en sus actuaciones, pero el público quedaba tan extrañado por su aspecto que Paul pegó dos mitades de una guitarra Epiphone a cada lado del "tronco".
El tronco de Les Paul no llegó a fabricarse, pero ayudó a disipar los recelos sobre el uso de un cuerpo sólido para una guitarra eléctrica. A causa de su insistencia, la compañía Gibson desarrolló una guitarra eléctrica de cuerpo sólido con unos niveles de volumen y de duración del sonido sin precedentes.
Hacia 1952, esas guitarras se presentaron junto con las de Leo Fender basadas en la misma idea.
Aunque el término rock'n'roll aún no había sido acuñado, la disponibilidad de esos instrumentos más baratos y manejables desempeñó un importante papel en su desarrollo. Irónicamente, el famoso modelo Les Paul, que ha mantenido vivo su nombre, fue en gran medida obra del equipo de diseñadores de Gibson.

- Texto de Andre Millard que aparece en el libro "Momentos clave. 100 años de música" -




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