Minority report

"Minority report" (2002, Steven Spielberg)

El policía Chief John Anderton (Tom Cruise) es el encargado del Precrimen, un sistema que advierte minutos antes los homicidios que se cometerán. Todo va bien hasta que el sistema profetiza un asesinato que será provocado por el mismo Chief, él no lo acepta y arranca, esto provoca una persecución trepidante que además va develando los hilos políticos que hay detrás de esta maquinaria justiciera.

Una buena adaptación de un cuento de Philip K. Dick, con un par de giros que logran que el relato no decaiga y tome nuevos rumbos, logra incluso que perdonemos algunas soluciones simplonas en las persecuciones. 

Correctas actuaciones de Cruise, Max von Sydow y Colin Farrell, Una partitura bastante agresiva y oscura de parte de John Williams y la fotografía de Janusz Kaminski que algo roba de la anterior "A.I." aunque acá el universo creado es más sombrío, dándole el caracter noir que exige esta aventura y el protagonista. Los efectos especiales están totalmente en pro de la historia. Con influencia del mejor Hitchcock, Spielberg es muy entretenido cuando se lo propone. Una de las buenas películas de ciencia ficción de este siglo, y hasta ahora, la última de las grandes obras del director.

Además de entretener, este thriller lleno de acción, logra lo que siempre ocurre con la buena ciencia ficción: retratar el ahora usando de excusa al futuro. Las estrategias para enfrentar el crimen están supeditadas a los beneficios que pueda extraer el poder político. No hay crímenes, pero eso a costa de la supervigilancia, la pérdida de la privacidad y una represión institucionalizada. La felicidad es la evasión narcótica del dolor, que es justamente la forma en que el protagonista puede soportar la desaparición de su hijo.  

En su momento llamó bastante la atención la propuesta tecnológica que se realizó sobre el porvenir, es el año 2054 y existen unos autos sin ruedas y el transplante de ojos, aunque por el momento lo más cercano es el touch de los celulares, las armas vomitivas de la policía y la publicidad ultrapersonalizada.

"Sentencia previa", el nombre con el cual se conoció en latinoamérica, plantea dilemas éticos y filosóficos, nos sitúa a uno y otro lado de la verdad y nos engaña para luego enfrentarnos a nuestras ideas. El determinismo, el libre albedrío y el factor humano están en esta película que, para mí, se encuentra en el top 5 de Spielberg.