The Cheat
The Cheat (1915, Cecil B. DeMille)
Ninguna escena causó tanto furor durante la época del cine mudo como ésa en al que un elegante joven asiático (Hayakawa) agarra un hiero candente y le marca el hombro a la heroína occidental (Ward), que acaba de hacer frente a su agresión sexual. Ella es la despilfarradora esposa de un corredor de bolsa a quien se le confían 10000 dólares en fondos benéficos para que los ponga a buen recaudo y que despilfarra de manera irreflexiva con una mala inversión en bolsa. Él es un rico comerciante de marfil que le presta el dinero para encubrir su delito con la clara intención de obtener a cambio una compensación sexual. El público acudió en masa a ver este melodrama, no tanto por ver las intensas interpretaciones o la extraordinaria evocación de la histeria emocional que lleva a cabo DeMille, como por ser testigos de un deseo reprimido y del atractivo galán japonés.
El mismo año en que El nacimiento de una nación de Griffith relataba y exacerbaba las divisiones raciales entre los blancos y los negros de Estados Unidos, el retrato de DeMille provocó un verdadero revuelo en la comunidad americano-japonesa, que obligó al estudio a cambiar la nacionalidad del protagonista en las siguientes proyecciones e identificarlo como birmano. Sorprendentemente, en lugar de convertir a Hayakawa en un peligro amarillo, al escena de la metafórica violación hizo que el actor se convirtiera en una de las estrellas mejor pagadas de Hollywood, tras lo cual comenzó a producir sus propias películas de temática asiática. Décadas después, repitió el papel que interpretó en The Cheat en el remake que Marcel L'Herbier realizó en 1937 bajo el título de "Forfaiture", pero esta vez haciendo de mongol. La larga carrera de Hayakawa, que culminó con un Óscar al mejor actor de reparto por "El puente sobre el río Kwai" en 1957, demuestra la poderosa atracción que ejerce el personaje de "chico malo" en el cine.
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