LA DIFÍCIL LUCHA
Un maestro zen, al saber que uno de sus discípulos no había comida nada en tres días, le preguntó las razones de aquel ayuno.
- Intento luchar contra mi yo - dijo el discípulo.
- Es dífícil - dijo el mastro desaprobando con la cabeza -. Y todavía debe de serlo más con el estómago vacío.
- Intento luchar contra mi yo - dijo el discípulo.
- Es dífícil - dijo el mastro desaprobando con la cabeza -. Y todavía debe de serlo más con el estómago vacío.
- uno de los relatos de "El círculo de los mentirosos" de Jean-Claude Carriére -
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