Cien niños esperando un tren
"Cien niños esperando un tren" (1988, Ignacio Agüero)
Uno de los documentales icónicos del cine chileno, realizado en plena Dictadura, y que sigue totalmente vigente, porque en Chile la niñez y el desamparo en esencia no han cambiado en 30 años, por suerte la claridad de Alicia Vega y la agudeza de Agüero también se mantienen.
El documental muestra parte del trabajo realizado por Alicia Vega en un taller de Cine realizado a niños en sectores de mucha pobreza. Este fue el tercer taller realizado (siguió realizándolos hasta hace unos pocos años) y no sólo se remite a las clases, sino que se concentra en la reacción de los niños frente a los distintos juegos y actividades, su reacción frente a las películas exhibidas y en algunos casos conocemos su entorno familiar, sus sueños y sus labores, pues muchos de estos niños trabajaban.
De alguna forma la violencia está instalada en el mundo que nos rodea, y así el documental va delatando la terrible represión que vivieron los más desposeídos. Por algo la película fue censurada en aquella época nefasta.
El documental está grabado con simpleza y eficacia, este juego aparentemente simple de pregunta-respuesta que Agüero trabaja en casi todas su filmografía. Y es en el montaje donde se va tejiendo la emoción, el cine como rito religioso, el tren como imagen iniciática de la máquina de sueños para el mundo como para estos niños, el travelling del cartoneo, el niño que quiere ser doctor y que se siente identificado con el pastor de Padre Padrone.
Una película bella que no se agota y que sobrepasa además la pantalla con la figura del monumento vivo que sigue siendo Alicia Vega.
Es la tercera vez que veo este film, en esta ocasión fue debido a una función realizada en la Cineteca de La Moneda con un posterior conversatorio con la mismísima Alicia Vega. Una verdadera clase de ética que entregó a un público donde abundaban los profesores jóvenes que agradecían sin parar la inspiración vocacional que tuvo en ellos la figura de Alicia Vega con el documental y estos talleres de cine.
Totalmente recomendada a todo el mundo y que de seguro impactará de sobremanera a los amantes del cine, a los protectores de los niños y a quienes respetamos ese Chile real tan golpeado década tras década. Clásico de clásicos.
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