Let's call the whole thing off


"Let's call the whole thing off" se considera con frecuencia como una canción que compara la pronunciación del inglés entre estadounidenses e ingleses.Lo cual, de hecho, es erróneo, pues hay mayores varaiciones dialectales entre las costas de Estados Unidos.
La canción fue escrita por George e Ira Gershwin para la película protagonizada por Fred Astaire y Ginger Rogers "Shall we dance", estrenada el 13 de mayo de 1937. Un día, mientras trabajaban en ella, Ira hablaba con su cuñado, el inglés Strunsky. Éste le contaba a Ira que los granjeros de Nueva Jersey no le entendían cuando decía "to-mah-to" (tomate) en lugar de la pronunciación habitual de Estados Unidos "tomay-to" Ira contestó que la hermana de Strunsky, Lenore, insistía en que la pronunciación adecuada de either (cualquiera) era "eye-ther" que Ira pronunciaba "ee-ther".
Ira se puso a trabajar e ideó una letra en la que el narrador empieza diciéndole a su pareja que está cansado de una relación amorosa que se ha vuelto insípida y que su incapacidad para llevarla más allá la ilustraba el hecho de que incluso pronunciaban palabras de manera diferente. En mitad de ello, el narrador cambia de opinión, se da cuenta de que no quiere perder a su chica hasta el punto de prometerle que llevará "perjammas" (pijamas) y dejará de llevar "pyajarmahs", es decir, cambiará para adaptarse a los gustos de su chica para preservar la relación
Pretenciosa o no, la pronunciación de Strunsky propició ua de las mejores canciones del repertorio popular.
- Texto de Ken Bloom que aparece en el libro "Momentos clave. 100 años de música" -


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