The Matrix

"The Matrix" (1999, Lana & Lilly Wachowski)
Una de las películas de ciencia ficción más importantes de las últimas décadas, que generó un antes y un después en los efectos especiales y que dio inicio a una trilogía. A casi 20 años de su aparición la distancia acentúa los aciertos y debilidades de este clásico.
Recuerdo el impacto al salir de la sala de cine el año de su estreno, ya acabándose el siglo y yo recién comenzando mi cinefilia, me fui a mi casa mirando por la ventana de la mciro y pensando sobre lo que era verdad y lo que era mentira. En ese sentido para alguien, como yo, que no había leído nada de filosofía fue no sólo una verdadera experiencia visual, sino que también intelectual, pues me hizo reflexionar sobre muchas cosas. Luego las siguientes secuelas, la irregular "Matrix reloaded" y la fome "Matrix revolutions" bajaron el interés inicial. Es por eso que nunca más volví a verla, hasta hace unos pocos días.
Aunque "The Matrix" es de aquellas películas que casi todos vieron, cumplo con decir que trata sobre el despertar del oficinista/hacker Neo (Keanu Reeves) a la verdadera realidad, pues en realidad los humanos somos pilas que damos energía a las máquinas del futuro que ganaron la batalla contra los humanos, por lo tanto estamos conectados físicamente a una central energética gigante y nos implantaron en la cabeza una simulación de realidad, la matrix, el mundo actual sería un programa que replica esta época (1999) de la humanidad. Neo sería el elegido para salvar a los humanos del futuro. Eso en resumen.
Con mucho de comic, cyberpunk, kung fu y balas se configura visualmente la película, además con efectos especiales que en su momento nos dejaron con la boca abierta, aunque fueron tan despiadadamente copiados que ahora ya no sorprenden mucho. Narrada de manera clásica, con mucho de suspenso y acción, se crea una interesante mezcla distópica y cibernética, toma varios elementos mitológicos como referencia, para adoptar en el discurso una idea religiosa del salvador profetizado.
Matrix coge cosas de todos lados: cine, literatura, filosofía y comic. El cruce de portales, el determinismo y la realidad definida por el cerebro. En este segundo visionado recordé otras tramas de virtualidad que me hacían eco: "Ghost in the shell", "Lain" y "ExistenZ". Además de "Terminator" como futuro hombre vs máquinas.
Aunque todo esto junto de primeras se ve alucinante, me queda ahora la sensación que podría haberse intentado un mejor desenlace, con más sensación de duda que de triunfo. Pero imagino que su éxito radica en parte a la simpleza de las soluciones en lo que Hollywood nos tiene acostumbrado: el viaje del héroe (La guerra de las galaxias, Harry Potter, El señor de los anillos y mil millones de etcéteras).
The Matrix, a pesar de todas las influencias, nos entregó una mitología con atmósfera y lógica propia, un soundtrack generacional del cual se apropió la publicidad tecnológica de principios del siglo XXI y personajes de culto como Neo, el Agente Smith (un seco Hugo Weaving), Morpheus (Laurence Fishburne) y Trinity (la bella choriza Carrie-Anne Moss de la cual me enamoré en el 99 y ahora).
Sigue siendo nuestra actualización de la caverna de Platón.


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