Perros de la calle

"Reservoir dogs" (1992, Quentin Tarantino)

Tarantino irrumpió con fuerza a principio de los 90s dando frescura al cine negro con diálogos ingeniosos, mucha violencia y una carga cinéfila que puede pasar inadvertida por la sencillez de la puesta en escena. "Perros de la calle" se transformó en una película de culto y un ejemplo de cine independiente en su realización. Hoy ya es un clásico.

Un asalto frustrado en una joyería lleva a la banda de asaltantes a tener conflictos internos para resolver quien es el policía infiltrado. Esa es la trama, aunque gran parte del atractivo son en verdad los diálogos y la narración no lineal de lo ocurrido, desde la elección de los asaltantes de quienes conocemos sus apodos: Mr. White (Harvey Keitel), Mr. Orange (Tim Roth), Mr. Blonde (Michael Madsen), Mr. Pink (Steve Buscemi), Mr. Brown (Quentin Tarantino) y Mr. Blue (Edward Bunker); pasando por el mismo asalto hasta el sangriento desenlace.

Una película barata considerando actualmente su elenco, con pocas locaciones, poco vestuario y mucha sangre y humor. Es la carta de presentación de Tarantino, pues acá está la esencia de su cine: los diálogos anecdóticos, la historia desordenada, las escenas sangrientas, una buena banda sonora de viejos temas y las constantes citas y homenajes a sus películas favoritas.

De todas las obras con las que se puede emparentar, pienso principalmente en "Du rififi chez les hommes" (1955, Jules Dassin), en lo poco que conocemos a los personajes y sin embargo el carácter los delata al tomar decisiones. así se van dibujando los pequeños actos de humanidad que generan empatía y dignidad, pero que llevan al fracaso de la empresa. Algo del absurdo que los hermanos Coen cultivan con mayor agudeza. El único que gana algo es el más profesional, quien deja fuera sus sentimientos y hace su trabajo.

Ya a mediados de los 90s muchos directores jóvenes en el planeta querían ser como Tarantino, pero Tarantino hay uno solo, quien debe ser el mejor DJ del Cine junto con Godard, aunque con resultados muy diferentes, el link entre ambos no es menor, la productora de Tarantino se llama Band Apart en homenaje al director galo.

Podríamos decir que es una película sobre las confianzas y las traiciones, pero tal vez es sólo el asalto de una joyería llevada a cabo por personas que no se conocen entre ellos. Todos vestidos iguales, todos con una función clara, organizada y, sin embargo, para bien o para mal, es el factor humano el que impera, como ocurre en cualquier trabajo.

Un film impredecible en el primer visionado y ya casi a 30 años se mantiene fresca y creíble.