El Charles Bronson chileno

"El Charles Bronson chileno" (1984, Carlos Flores)
Carlos Flores del Pino es un personaje relevante en la historia del cine chileno, aunque popularmente no sea uno de los nombres más reconocidos. Dirigió sus primeros cortos en plena efervescencia política de la UP y fue uno de los creadores de la primera Escuela de Cine luego de acabar la Dictadura de Pinochet, a mediados de los 90s.

Aunque sus trabajos más reconocidos son los realizados en plena dictadura, con una mirada crítica y concentrada en el estudio de la forma de funcionar de los chilenos.
"El Charles Bronson chileno", seguramente su obra más recordada, nace gracias a un evento noticioso de la televisión, cuando Fenelón Guajardo López gana en Sábados Gigantes el premio al más igualito, su parecido con el actor norteamericano Charles Bronson es innegable. Curiosamente se transforma en una especie de celebridad y la cámara de Flores se acerca para saber más de este personaje a quien le cuesta conformarse con ser una persona vulgar.
Fenelón Guajardo tiene mil y un historias, y aunque todas pueden haber nacido desde la verdad, se nota la mitomanía, la necesidad de acercarse en rudeza y aventuras a quien por su parecido le dio fama.
Sus historias de peleas en el norte, su paso por Uruguay, su relación con su padre y su vida actual en que las mujeres le piden besos, lo hacen sentir una estrella. Carlos Flores va más allá, en un afán de experimentación elogiable, y pide a Fenelón que dirija una escena de su imaginario. Vemos entonces el proceso de rodaje en una cantina con él como actor y director, una situación surreal al replicar todas las convenciones e identidades de un cine foráneo.
El documental aborda, a partir de este doble y su relación con las personas que opinan de él en la calle, una vergonzosa realidad que se mantiene hasta el día de hoy. La invasión cultural en términos estéticos y narrativos que no nos dejan vernos como somos, prefiriendo ser una copia exitosa y efímera a indagar con profundidad en una forma propia de entender el arte y la realidad.
Y digo hasta el día de hoy porque es cosa de ver cuáles son las películas chilenas que han tenido una buena acogida del público, películas que repiten la fórmula de una industria con estrellas y presupuestos que no poseemos.
Una buena actualización de "Charles Bronson" podemos encontrar en "Il Siciliano" (2017, Adriazola/Sepúlveda), acá se aprecia hasta donde hemos llegado en el delirio de la copia.
Recomendada para ver parte de la historia del cine chileno y reflexionar al respecto.


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