Romario


Es quizás uno de los mejores definidores de todos los tiempos. Frío y cerebral, parecía lento, pero era el más rápido; parecía displicente, pero siempre estaba atento. Era diestro, pero la zurda la usaba con frecuencia y facilidad. Buscaba los palos de los porteros, casi siempre con remates a ras de piso, alejándose de la estirada del golero. A los zagueros se los sacaba con pasmosa facilidad. Un movimiento de hombros le bastaba para dejarlos fuera de acción. Un crack en serio.
Campeón en el Mundial de 1994. Anotó cinco goles en Mundiales. Se llevó dos Copas América (1989 y 1997) y una Copa Confederaciones (1997). Recibió el Balón de Oro en 1994. En Río de Janeiro, en la favela Vila de Penha existe una calle con su nombre.

- Del libro "Cracks de los mundiales 1930-2010" de Danilo Díaz, María Paz Garafulic y Jennifer King -


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