BlacKkKlansman

BlacKkKlansman (2018, Spike Lee)

El director Spike Lee es uno de los creadores norteamericanos conscientes de que el cine es político y se hace cargo de ello.

La película trata del caso real en que Ron Stallworth (John David Washington) fue el primer afroamericano en ingresar a la policía en Colorado Spring, USA,  a inicios de los 70s. Ron luce un afro frondoso que lleva con orgullo y estilo. Una de sus primeras misiones es infiltrarse en el Klu Klux Klan, para esto Flip Zimmerman (Adam Driver), lo ayuda su colega judío, un tanto más experimentado, avanzando una historia que trabaja el suspenso a medida que más se involucran en la investigación.

Es inevitable pensar en una comedia si la trama es sobre un negro que ingresa al Klu Klux Klan, pero a lo absurdo de la situación se agrega lo absurdo que es representada la existencia del racismo. Pero Lee ahonda más, pues de paso hace una crítica no menor a como la industria del cine ha retratado a los negros, con ejemplos directos y famosos como "El nacimiento de una nación (1915, D.W. Griffith) y "Lo que el viento se llevó" (1939, Victor Fleming).

Una película política hecha con bastante gracia, con citas y homenajes al blaxploitation, con la creación de situaciones límite que mantienen la atención y con una entretenida dupla de actores (Washington- Driver) que logran que funcionen los chistes. Es una película elegante en su propuesta.

Hay una escena donde el montaje paralelo es desafiante, por un lado el testimonio de un activista (interpretado por Harry Belafonte) sobre horribles sucesos ocurrido décadas anteriores, a la vez que presenciamos el efusivo visionado de El nacimiento de una nación por el grupo racista. De esta forma la película de Griffith es mutilada y parodiada por su propio logro.

Y para que quede claro que esta historia no es sólo una anécdota, todo esto se corona con un enlace directo a los tiempos actuales que vive Estados Unidos en cuanto a la violencia y a la creciente aparición de grupos picaos a kkk. Me parece notable hacerse cargo de un discurso y lo gracioso ya no lo es tanto cuando las imágenes son reales.

Inteligente guión y firme dirección de alguien que es consciente que el arte siempre es político.