Ensayo de un crimen

"Ensayo de un crimen" (1955, Luis Buñuel)

Una de los más atractivos trabajos del director español/mexicano, simple y macabro. Archibaldo de la Cruz tiene la convicción que desde niño tiene el sórdido poder de quitar la vida a alguien con sólo desearlo. Sus celos y envidias dan lugar a muertes de extrañas circunstancias.

Buñuel trabaja esta idea de forma entretenida, la escena inicial impacta y nos lleva rápidamente al tono de la película, los viles deseos de un niño malcriado imponiéndose sobre cualquier atisbo de inocencia. El mal asomando ante la aparición del poder.

La naturaleza humana, el bien y el mal como conceptos culturales y de conveniencia personal, la hipocresía cristiana y la muerte a la vuelta de la esquina son temas recurrentes en el mundo Buñueliano. Acá todo esto aparece mezclado de manera soberbia. Un guión adaptado que juega a lo fantástico y sin embargo todo puede ser causa del azar.

Lo que me parece más interesante es el interés que crea en el espectador cada muerte, a veces llamando a la complicidad. ¿Qué haría cada uno de nosotros con tal poder? Un poder además inmanejable, pues los deseos afloran antes de cualquier raciocinio.

¿Es humano desear el mal a otros? ¿Cuán grande es el salto entre el pensamiento y el acto de cometer un crimen?

Este macho mexicano que viste elegantemente y va a misa tiene entre sus víctimas principalmente a mujeres. No soporta los desaires ni la autonomía de sus amadas. Buñuel nos confronta a nuestros propios deseos de venganza, a nuestros caprichos infantiles, a nuestra primitiva verdad.