Nanook el esquimal

Flaherty sacó la idea de rodar una película sobre los esquimales mientras trabajaba como explorador para una empresa de ferrocarriles en el norte de Quebec en la década de 1910. Una empresa de pieles le proporcionó el equipo para la película, pero él rechazó los primeros metrajes por ser poco profesionales y perdió otras pruebas en un incendio. En el frío de aquellos "espacios ilimitados que coronan el mundo" y ayudado por los inuits o esquimales que participaban en la cinta, Flaherty terminó una película que concibió como una narración, pero también como un documento etnográfico. Nanook el esquimal se estrenó con éxito en los cines e hizo que el nombre se hiciera muy conocido; el hombre que interpretó a Nanook murió de inanición "en el verdadero Ártico" seis meses después del estreno de la película.

Nanook se cuela en nuestra conciencia desde el blanco que inunda la pantalla. Se saca a sí mismo de un iglú que acaba de construir. La película termina con una noche tan real que parece de ciencia ficción. Dejamos a Nanook mientras se queda dormido.

Casi noventa años después de su estreno, Nanook el esquimal aún resulta controvertida y se sigue criticando a Flaherty por no haber hecho un documental "de verdad". Sólo un escritor muy severo criticaría la escena, una sorprendente escena sobre el sonido en una película muda, en la que un comerciante blanco pone música en un gramófono, Nanook se acerca, agarra el disco y lo muerde ¿A quién no le ha gustado tanto un disco que ha deseado morderlo?

- extracto del texto de A. S. Hamrah que aparece en el libro "Momentos clave. 100 años de cine" -