Alice Guy


Nació en París y pasó la infancia en Francia, Suiza y Chile. En 1894 empezó a trabajar como secretaria de León Gaumont, que crearía los estudios Gaumont, y entre 1896 y 1906 dirigió docenas de cortometrajes para estos, incluyendo una de las primeras películas de ficción, La fée aux chaux (1896). Ascendió a supervisora de dirección de Gaumont y luego a jefa de producción, antes de dirigir uno de los primeros largometrajes realizados por una mujer, La vida de Cristo (1906), que incluye algo de color.

Después de casarse en 1907 con Herbert Blaché, director de las oficinas británica y alemana de Gaumont, los recién casados se trasladaron a Estados Unidos, donde llevaron las oficinas de esta compañía antes de formar su propio estudio en Nueva jersey, The Solax Company, en 1910. Algunos éxitos iniciales, como Sombras del Moulin Rouge (1913) y La vampiresa (1920), impulsaron el desarrollo de su productora. Pero cuando la industria del cine se trasladó a California y Guy se divorció de Blaché en 1922, ella se quedó sin apoyos para seguir realizando películas. Volvió a Francia y pasó al olvido durante décadas antes de regresar a Estados Unidos en 1964, donde permaneció hasta su muerte.

En los últimos tiempos, el prestigio de Guy ha crecido, sobretodo en los círculos feministas, donde es aclamada por su condición de pionera del cine, y en especial porque su carrera coincide con la época en que la hegemonía cinematográfica pasó desde la Europa continental a Estados Unidos. Aparte de su notable filmografía, formada por cientos de títulos, Guy era conocida también por su estilo experimental y sus innovaciones técnicas, que sin duda la hicieron popular, pero acabó perdiendo el tren de una industria dominada por hombres que abandonó en su madurez.

- del texto de Grret Chaffin-Quiray del libro "501 Directores de Cine" -




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