Rompan todo

 Rompan todo (2020)

Mucha polémica ha desatado la docuserie de Netflix sobre la historia del rock latinoamericano, aunque en verdad esas polémicas parecieran ser publicidad, tanto así que todos acabamos viendo la serie para poder opinar.

Antes de dar mi parecer les cuento para quienes no la ubican aún que "Rompan Todo" son 6 episodios de unos 50 minutos donde se repasan desde fines de los 50s hasta nuestros días, las bandas que han sido importantes en la historia rockera de latinoamérica, con entrevistas, imágenes de archivo y se le suma además el contexto político en que se hallaban los países de aquellas bandas.

Es didáctico y tiene un buen ritmo que permiten seguir la narración y sus anécdotas. A modo general me parece un buen trabajo recopilatorio, de corte popular y que hará que quienes no saben mucho de la música latinoamericana puedan tener un marco general de bandas importantes.

Dicho todo esto, hay reparos, aunque mi postura no es tan hater como la mayoría de opiniones en redes sociales. Veamos.

Esta Historia del rock y en verdad cualquiera que se arme, es un relato con un punto de vista y por lo mismo tendrá omisiones y estará cargada hacia algún estilo musical, país o forma de entender el rock. En esta serie esos criterios quedan claros y son los que han sido criticados: 

es la historia de la industria musical, o sea de las bandas que han tenido un peso mediático y han salido de sus fronteras, bandas que en su mayoría fueron famosas en México y/o Argentina. O sea una selección que considera el éxito como sinónimo de discos y tickets vendidos. Un relato de la industria musical.

Es también un relato que encabeza Gustavo Santaolalla, como productor ejecutivo de la serie además, así que efectivamente están todos sus regalones y toma un protagonismo no menor. Personalmente hallo que Santaolalla es un capo, efectivamente se puede trazar una línea de las bandas de música popular latinoamericana que la rompieron viendo el currículum del productor argentino. Tal vez podría advertirse en su promoción, "El rock latinoamericano según Santaolalla" o algo así.

Este mismo tema de la industria musical en que se concentra la serie es lo que genera el otro sesgo en cuanto a los países mencionados. Mucho México y Argentina, un poquito de Chile y de Colombia y casi nada más. Eso me pareció más deficiente y criticable. Es raro Latinoamérica sin Brasil.

Otra crítica es qué se entiende por rock, discusión que nunca ha sido bien zanjada, pero que pareciera tener que ver no sólo con la sonoridad y la estructura musical, sino que también con la actitud, por lo que viéndolo así todo puedo caber. Lo más criticado ha sido la inclusión de Maná, pero creo que muchas decisiones fueron finalmente decisiones comerciales para tener un público más amplio, por lo mismo la aparición gratuita de Mon Laferte o Calle 13.

Resumiendo, es un relato con el que uno puede y debe dialogar, no es la ley, no es la historia oficial, es una historia, con un perfil mainstream que de todas formas ayuda a conocer más bandas o sucesos de esta región, pero siempre se va a quedar corta, aunque hagan mil capítulos. No hay nada de bandas pequeñas, lo que se entiende por la duración de la serie. A mí me gustaron más los primeros capítulos a los últimos.

Gran parte de la música que escucho es Rock y también gran parte es latinoamericana, así que era difícil evadir este trabajo, pero yo tengo también mi propia historia sobre el rock, a veces estuve de acuerdo y otras no, pero no me da para sulfurarme. Defiendo la existencia de la serie y ojalá todas las rabietas generen nuevos materiales para combatir o complementar una Historia mayor sobre el rock latinoamericano.


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