Lámparas errantes

El primer golpe del mundo extraño, del golpe que no es de uno, parece terrible. Más tarde desaparece la paura, las gentes son lámparas errantes y uno a la vez se metamorfosea en lámpara y pasa a formar fila entre millones de otras lámparas. Surge el lenguaje, metamorfoseado a su vez, y se abre el mundo. En seguida todo es como uno creía que no era. Incitaciones secretas del lenguaje mineraI, del lenguaje vegetal, del lenguaje animal, del lenguaje humano. Alegorías, misteriosas alegorías. Ciudades y paisajes, alegorías todavía. Y el espíritu, también alegoría. En una palabra, uno ínfimamente e infinitamente en todo. Soles de distinto brillo, mares de distinto ruido, tierras de distinta magia. Brillantes arañas en esa tela que tiembla en las miradas, conversación de la hierba musical en la vibración de una mujer a nado en las palabras. El amor, siempre el amor atravesado por hilos iridiscentes. Y mis venas, el mapa de la tierra dibujado a todo color por el ciego que cuida del mar durante la noche.

- extracto de "El sol es un pájaro cautivo en el reloj" (1963) de Rosamel del Valle -