Ingmar Bergman

El nombre de Ingmar Bergman (1918-2007) es quizás el más icónico de la historia del cine. Bergman sigue representando la excelencia con la que se miden tanto las trayectorias en el cine como las películas. Este cineasta sueco, perfeccionista hasta el extremo, rodó más de sesenta cintas a lo alrgo de su vida. Las duras historias que contaba -algunas de ellas devasatadoras- hablaban de la fe, la traición, la soledad y la muerte. Sus intensos primeros planos, sus imágenes inquietantemente iluminadas y las actuaciones asombrosamente honestas de los actores cambiaron la forma de hacer cine.

Su historial de obras maestras no tiene parangón. Fue uno de los pocos cineastas que mejoraron con la edad. Su última película "Saraband", una secuela de "Escenas de un matrimonio", rodada treinta años antes, fue una de las mejores. Algunos de sus mejores filmes son "Sonrisas de una noche de verano" (1955), "El séptimo sello" (1957), "Fresas salvajes" (1957), "Como en un espejo" (1961), "Persona" (1966), "Gritos y susurros" (1972), "Sonata de otoño" (1978) y la extraordinaria "Fanny y Alexander". A lo largo de su carrera trabajó en teatro, cine y televisión.

Tranajó siempre con la misma troupe de actores, y muchos de sus jefes de departamento colaboraron en todas sus películas: entre ellos, el director de fotografía Sven Nykvist. Bergman vivió y trabajó más de cuarenta años en la remota isla de Faro, en pleno Mar Báltico, al Norte de Gotland.


- Del libro "Dirección cinematográfica" de Mike Goodridge de la colección "el arte del cine" de editorial Blume -


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