Lo que el viento se llevó

 Gone with the Wind (1939, Victor Fleming)


Basada en el bestseller de Margaret Mitchell, esta obra se transformó en uno de los mayores clásicos del cine norteamericano. Es la película más taquillera de todos los tiempos (al actualizar el valor del dinero de la época) y hasta el día de hoy mantiene seguidores y genera controversia por su mirada confederada.

La historia gira en torno a la joven, bella y caprichosa Scarlett O'Hara (Vivien Leigh), que con la Guerra Civil estadounidense pierde parte de su comodidad y estabilidad sureña y conservadora. Scarlett permanece enamorada, o más bien encaprichada, de Ashley (Leslie Howard) quien se va a la guerra y la deja cuidando a su embarazada y bondadosa esposa Melanie (Olivia de Havilland). La historia de amor que nunca cuaja correctamente se da con el vividor y especulador Rhett Butler (Clark Gable).

En 1939 aparece El Mago de Oz, la primera película grabada en Technicolor, era la entrada al cine a color, aunque no le fue tan bien en taquilla y su éxito fue creciendo en las décadas posteriores. A fines de ese mismo año se estrena esta mega producción de casi 4 horas donde por primera vez el color toma un carácter dramático importante. Es cosa de ver ese rojo atardecer en que Scarlett promete al cielo que jamás volverá a tener hambre o el famoso beso de despedida con Butler, ambas escenas con una partitura épica que será icónica para el cine clásico hollywoodense.

Víctor Fleming termina de dirigir este film luego de problemas entre George Cukor y el productor David O. Selznick. El verdadero creador de esta obra es Selznick, su obsesión de ver terminada esta obra y verla convertida en un éxito generó también muchos problemas en el set. La película se realizó sin nunca tener un guion cerrado, se fue haciendo en el camino, por lo que el trabajo de montaje es realmente notable al tener que condensar tanto material desordenado.

Estos últimos años ha vuelto a la polémica debido a su edulcorada visión de la esclavitud, acusada en las palabras del guionista de "12 Years a Slave" (2013, Steve McQueen) en su contra o de la cita crítica que hace "Blackkklansman" (2018, Spike Lee). Todo el debate que se ha armado obliga también a tomar posición. En lo personal la censura nunca será la solución, apunto más a un espectador crítico que es capaz de comprender los contextos y hacer juicio personal de una obra.

Dos veces he visto esta película, y de corrido. Me gusta, le tengo cariño debido a ser un cine que ya pareciera nunca más volverá a realizarse, por su artesanía cinematográfica, su ambición desmesurada con una historia melodramática. La película sigue funcionando sin exigir al espectador. El personaje de Scarlett es inolvidable, y fastidioso, encarna el empuje y la fortaleza, pero a la vez, la hipocresía y el crecimiento a toda costa, pasando a llevar a quien se ponga en su camino. Es sin duda, una muy buena alegoría al espíritu estadounidense y su actuar con los demás países. Me cae bien Rhett, es un millonario sin escrúpulos, un cínico con sentido del humor, entendía también lo absurdo de la guerra, aunque seguramente también se benefició de aquello. Algo de corazón le quedaba y eso se observa en su relación con su hija. Perfectamente podríamos emparentarlo con Europa. La parte final es digno de una teleserie cebolla, aunque la famosa frase de Rhett rompe ese esquema "Frankly, my dear, I don't give a damn".

En resumen, es una buena película, ya parte de la cultura popular, con una mirada sesgada y manipuladora sobre el sur esclavista de USA, esa felicidad que "el viento se llevó". Con personajes recordables, no necesariamente queribles. Con una épica propia y que aparecía en el momento en que se comenzaba a librar otra guerra mundial, aunque USA entrara un par de años después. "After all, tomorrow is another day!"

Hay un documental de dos horas donde se cuenta como se realizó la película y que ayuda a entender como funcionaba Hollywood en esa época (les dejo el link a youtube).







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