Yakov Protazanov

Una de las figuras más destacadas de los albores del cine ruso, fue el primero en desarrollar una voz original, y el único director importante que regresó del exilio después de la Revolución de 1917.

Adquirió notoriedad con Partida de un gran anciano (1912), una controvertida dramatización de los últimos días de Tolstoi que indignó a la viuda del gran novelista y fue prohibida en Rusia.

Después de la Revolución de 1917, Protazanov, junto con la mayor parte de la industria cinematográfica rusa, huyó de la nacionalización y la guerra civil, y siguió dirigiendo en París y Berlín.

En 1923 , como consecuencia de la Nueva Política Económica de Lenin, fue invitado a volver y a integrarse en el nuevo estudio Mezhrabpom-Russ, en Moscú. Su primera producción soviética Aelita (1924), es la película por la que más se le recuerda hoy. Es un largometraje de gran presupuesto, diseñado para demostrar que el cine soviético podía competir con las mejores producciones occidentales. Su argumento y sus llamativas secuencias de ciencia ficción (con vestuario y decorados constructivistas) influyeron en Metrópolis de Fritz Lang. A pesar de las críticas posteriores, Protazanov demostró ser mucho más que un director del régimen. Hoy, después del tiempo transcurrido, su legado puede ser visto desde otra perspectiva.


- extracto del texto de Richard Bell del libro "501 Directores de Cine" -


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