Nunca supe
A espaldas de cualquier pregunta,
con las hojas más pequeñas de la luz
se ejecuta la sombra en los objetos.
Ya no hay nada que hacer.
Me inquieta esa puerta y la traspaso.
Nunca supe
cuando quise salir
que estaba entrando inevitablemente.
Hay tantos caminos que conducen.
Cuesta distinguir
el exacto aleteo de la luz.
¿Es la sombra la elegida
o es la claridad
el destino ineludible de la sombra?
Nada es absoluto.
No hay que estar, sin embargo,
muy seguros de las cosas.
Pareciera suficiente saber nombrarlas
o balbucear de algún modo su presencia.
- del libro "Causas Perdidas" (1983) de Teresa Calderón -
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