Persepolis

 Persepolis (2007, Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud)

Entre el 2000 y el 2003 la iraní Marjane Satrapi dejó testimonio de su vida y su país natal en los 4 tomos de la novela gráfica Persepolis, la cual generó, debido a su éxito en Francia, la creación del largometraje animado.

Conocemos la historia de Marjane desde su niñez hasta su juventud, quien ve como su país debe soportar el régimen del Shah y su posterior caída, la conservadora Revolución Islámica más la guerra contra Irak. Se contrasta también aquel mundo con Europa, luego que sus padres la enviaran a estudiar a Austria. Los estados inherentes a la adolescencia se manifiestan: el idealismo, la rebeldía, el amor, y aquello se mezcla con la soledad y la depresión en su condición de migrante.

Persepolis es una de las mejores películas animadas de este siglo, una obra para adultos, de inocente apariencia, que resulta finalmente profunda, prolija y elegante tanto en su trazo monocromático como en la estructura y contenido del relato. La historia de esta joven que, aunque posee una situación relativamente acomodada en Irán, se ve sobrepasada por la Historia.

Un relato hilado desde la emoción de su protagonista, quien nos muestra su actuar y sentir: rabia, impotencia, culpa, ingenuidad, sorpresa. Se expone la necesidad de reír, gozar y festejar a pesar de habitar un mundo hostil. La importancia del arraigo, de la familia y los orígenes. Un retrato honesto sobre lo doloroso que es ir descifrando la realidad, un viaje a la madurez. La película nos permite que crezcamos con Marjane, que compartamos su alegría al descubrir bandas nuevas en el mercado negro, su ascenso y caída en el enamoramiento y su tristeza e incertidumbre en las despedidas del aeropuerto. Una historia muy personal que se vuelve universal y ese siempre ha sido la mejor receta de las buenas historias.

Punk is not ded.