Faraon

 Faraon (1966, Jerzy Kawalerowicz)

Producción polaca que nos muestra los dilemas del joven príncipe Ramses XIII (Jerzy Zelnik) al llegar al poder. Alegórica a los tiempos en que Polonia era parte del bloque soviético y tenía conflictos con la iglesia católica.

Sobria, con una imagen muy cuidada y un paisaje desértico imponente, forjan una obra contundente y que se contrapone visual y dramáticamente al imaginario del antiguo Egipto que ha imperado desde Hollywood. Es una película que llama la atención por las decisiones de producción, demoró tres años, con más de dos mil extras y se utilizaron locaciones en el desierto de Uzbekistán y en Guiza, en el mismo Egipto; hubo trabajo de diseño basado en dibujos de la época El equipo y los extras debieron enfrentar amenazadoras arañas y víboras venenosas, además de lugares con más de 50°C para lo cual se repartían diez mil botellas diarias de agua mineral. 

Aunque podría considerarse una película de tintes históricos, el film es principalmente político y explora las dinámicas en los lugares de poder, el resquebrajamiento de las instituciones al enfrentarse al paso del tiempo y a nuevas generaciones que no van a querer perpetuar ciertas dinámicas o tradiciones. Es lo que le ocurre a Ramses XIII (inexistente históricamente) al enamorarse, al observar el hambre de su pueblo y en como se ven amenazadas sus fronteras por los asirios.

Desconocida para la mayoría, pero inolvidable para quienes la han visto, se hace totalmente recomendable por la actualidad de su temática. La resistencia al cambio por los líderes poderosos y la imparable llegada de los nuevos tiempos con los costos implícitos que esto genera. Gran película.